San Fernando se queda sin una ayuda de la UE y busca otra de 6 millones

El proyecto para rehabilitar el antiguo cuartel para museo de la romanización quedó descartado en una de las dos líneas de los Next Generation a las que optaba
El ladrón fue detenido cerca del cuartel de San Fernando. SEBAS SENANDE / AEP
photo_camera Cuartel de San Fernando. SEBAS SENANDE / AEP

El Concello se ha quedado fuera de una las líneas de ayudas de la Unión Europea a la que aspiraba para rehabilitar el cuartel de San Fernando y convertirlo en museo de la romanización.

El gobierno de Lara Méndez confirmó que el proyecto lucense se ha quedado sin una partida de "case 6 millóns de euros" que provendría de los fondos Next Generation. A la hora de repartir ese dinero parece haber primado el deseo de contribuir a un mayor número de proyectos más pequeños en vez de apostar por actuaciones de mayor envergadura.

No obstante, al Concello de Lugo todavía le queda otra carta en la manga, ya que solicitó financiación europea por dos vías. A través de esta segunda línea opta a recabar 6 millones de euros. El  gobierno local desconoce cuándo se resolverá, según explica.

Las dos líneas a las que el Concello presentó el proyecto de San Fernando forman parte de los fondos Next Generation y están enfocadas a actuaciones de eficiencia energética y de sostenibilidad ambiental.

Por esa razón y porque el proyecto técnico de rehabilitación tiene muchos años fue necesario actualizarlo, para adaptarlo a cambios de los códigos de construcción, actualizar costes e introducir elementos de eficiencia energética.

El proyecto original fue presentado por la Xunta en 2010. Los autores son los arquitectos Pedro Colón de Carvajal Solís y Raquel Buj García —autores del Monumento a las Víctimas del 11-M en Madrid— después de que su propuesta de intervención en el edificio fuera elegida en un concurso público convocado cuando fracasó el plan para hacer el nuevo auditorio de Lugo en este inmueble.

En San Fernando iba a estar el Centro de Romanización de Galicia, uno de los cuatro museos de la Rede Galega de Patrimonio Arqueolóxico, pero la Xunta aparcó el proyecto durante el primer gobierno de Alberto Núñez Feijóo debido a la crisis económica y a que dejó de apostar por grandes centros museísticos.

En 2019, el delegado de la Xunta en Lugo, José Manuel Balseiro, reabrió el debate sobre el destino del edificio al proponer que fuera rehabilitado para Parador Nacional de Turismo. Tuvo como respuesta una plataforma y una campaña en defensa del proyecto original. Y, recientemente, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se mostró abierto a colaborar para hacer un museo si el Concello sigue adelante con este plan y obtiene más financiación.

 

Objetivo irrenunciable

El gobierno local aseguró este jueves que seguirá peleando para obtener financiación para rehabilitar el antiguo cuartel militar y convertirlo en museo de la romanización porque ambos objetivos son irrenunciables, afirma.

El edificio es una de las muestras más destacadas de arquitectura neoclásica militar que quedan en España y está más que justificada la necesidad de un centro que aglutine el patrimonio arqueológico de la ciudad, no solo para mostrarlo sino para conservarlo en buen estado y estudiarlo para avanzar en el conocimiento de la ciudad, sostiene el gobierno de Lara Méndez. 

La ubicación del cuartel en el casco histórico y la existencia de restos arqueológicos en su subsuelo refuerzan su posición para ello, considera la administración local.

El proyecto tiene todavía muchos obstáculos que superar, no solo el económico. La captación de los aproximadamente doce millones de euros que son necesarios solo para rehabilitar el edificio es un reto grande hoy en día, pero además hay que elaborar un proyecto museográfico y un plan director. Méndez asegura que ya adquirió el compromiso del Ministerio de Cultura para ayudar en ambas cuestiones, pero parece imprescindible también la implicación de la Xunta, que es la administración responsable del patrimonio arqueológico. La alcaldesa propondrá la creación de una comisión de trabajo a tres bandas para avanzar en ese objetivo.

Patio cubierto, salas de exposiciones y de investigación y auditorio
El proyecto para rehabilitar el cuartel contempla habilitar dos plantas y un espacio bajo cubierta, con 900 metros para exposiciones permanentes y 270 para muestras temporales. También se prevén 1.000 metros para archivos y depósitos.

Se propone cubrir el patio interior y hacer una entrada por la fachada posterior y se contempla una sala de usos múltiples, un auditorio para cien personas, una biblioteca, tienda y cafetería-restaurante.