Akossiwa Gbetsogbe, de Togo, llegó a Lugo hace seis años y este viernes puso voz a la víctimas de violencia de género en el acto organizado por el Concello en la Praza de Santo Domingo, junto al ginko biloba y al monumento que homenajea a las mujeres maltratadas. La joven, de 33 años, leyó el manifiesto que previamente fue consensuado por todas las administraciones públicas de la ciudad, algo que viene sucediendo desde hace años pero que no siempre fue así. Por eso tanto la alcaldesa, Lara Méndez, como la concejala de Cohesión y Dinamización Social, Ana González, señalaron esa "unidade" de la sociedad lucense.
El acto fue más multitudinario que nunca y no solo había representantes de todas las administraciones públicas y de muchos partidos políticos y colectivos de la ciudad, sino también escolares y estudiantes de Secundaria, ya que este año el Concello quiso poner el acento de sus acciones en torno al 25-N en la educación en la igualdad.
Akossiwa recibe apoyo de la Casa da Muller de Lugo a pesar de que han pasado varios años desde que puso fin a la relación con su expareja maltratadora, contó ya fuera de la intervención pública. Lleva seis años en Lugo y 15 en España, los primeros en Marín (Pontevedra). Llegó desde el país africano con sus padres y sus hermanos y fue víctima de la cultura del patriarcado en su propia familia. "No pude estudiar porque mi padre lo decidió", contó. Sin embargo, gracias a su tesón acabó aprendiendo castellano y haciendo otros cursos que le permitieron desempeñar distintos trabajos, como cuidar a personas mayores y limpiar. Trabajó también en la piscina municipal de Frigsa y actualmente cuida de sus tres hijos, de entre tres y once años. Percibe la renta mínima vital.
Con su pareja decidió romper definitivamente en el año 2019 para poder criar a sus hijos. "Él repetía la misma actitud y para no morir antes de haber criado a mis hijos decidí poner fin y concentrarme en mis niños, que son lo más valioso que tengo", explicó a este diario sin entrar en los pormenores de su caso.
La lectura del manifiesto fue uno de los muchos actos celebrados este viernes en la ciudad y se enmarcó en el Camiño contra a Violencia, una iniciativa del Centro de Formación de Audiovisuais de la Diputación que comenzó en la Praza de San Marcos y transcurrió por el centro de la ciudad con varias performances. Santo Domingo fue una de las paradas y, antes de reiniciar el camino, los hermanos lucenses Ruth y Castor León interpretaron a voz y guitarra 'Ya no más', de Susan Ochoa.
