El restaurante Tosar, un histórico de la hostelería de la capital lucense que vuelve

Diana Marín se estrena como emprendedora al frente de este establecimiento de la céntrica Praza do Campo, en el que trabajó los últimos tres años como camarera
Diana Marín se ha puesto al frente del restaurante Tosar. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Diana Marín se ha puesto al frente del restaurante Tosar. VICTORIA RODRÍGUEZ

Estuvo cerrado poco más de un mes. Uno de los decanos de los establecimientos de hostelería de la céntrica Praza do Campo de la capital lucense, el restaurante Tosar, ha reabierto sus puertas. Y lo ha hecho con sensación de continuidad. Al frente se ha puesto Diana Marín, una joven colombiana que trabajó durante casi tres años como camarera para el anterior responsable del local, José Romay Piñeiro, fallecido a mediados del mes pasado.

"No entraba en mis planes, pero me dieron muchas facilidades y se presentó la oportunidad", afirma esta novel emprendedora para quien el restaurante Tosar es el primer negocio que dirige.

Ese sobrado conocimiento sobre cómo funcionaba, la zona en la que se encuentra, que cuente con terraza y la amplia cartera de clientes de que disponía le animaron a dar este paso. Además, mantiene al mismo personal de cocina que había.

Diana Martín, que tuvo unas sentidas palabras de recuerdo para su anterior jefe, del que destacó su "calidad humana", reconoce que la estación del año en la que le ha surgido esta alternativa laboral ha influido en su decisión de situarse al frente de este establecimiento de hostelería con más de cuatro décadas de historia.

Esta hostelera reconoce que si la oportunidad le surge en invierno no la hubiese aceptado, pero el tirón del buen tiempo le animó

"Como vamos hacia el buen tiempo, el verano, me decidí a probar. Si fuese en invierno, no lo hubiese cogido", precisa esta hostelera.

Diana Marín abrió el pasado sábado por lo que aprovechó en parte el tirón de la Semana Santa, que dice que estuvo "a tope" de visitantes y en la que asegura que tuvo "bastante aceptación la carta" de que dispone. Ese esperanzador arranque de la nueva etapa de este histórico de la hostelería lucense le ha reafirmado en la decisión adoptada.

Continúa con las tradicionales tapas y raciones de tortilla, hígado o patatas bravas, que caracterizaron la anterior etapa del restaurante Tosar, y también apuesta por los arroces y las cazuelas y por platos que dice que le han demandado los clientes a los que ha consultado, como las zamburiñas, las navajas o el revuelto de grelos. "Me interesa mucho su opinión", afirma.

Diana Marín, que ya lleva trece años viviendo en Lugo —desde que llegó de Colombia por motivos familiares—, salvo un impasse de un par de ellos en A Coruña, tiene por ahora intención de abrir su negocio todos los días de doce de la mañana a medianoche, si bien de lunes a jueves cierra de 16.00 a 19.00 horas.

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