Negocios del sector servicios dan relevo al comercio y ocupan bajos en Lugo

El 80% de las empresas interesadas en abrir no lo hacen por las trabas del Concello y el precio, según las agencias ► El comercio tradicional reduce su presencia por la bajada de la facturación debido al aumento de las compras online
Las calles del centro siguen siendo las más cotizadas por los negocios porque mantienen una intensa actividad comercial. XESÚS PONTE
photo_camera Las calles del centro siguen siendo las más cotizadas por los negocios porque mantienen una intensa actividad comercial. XESÚS PONTE

El alquiler de bajos comerciales presenta un moderado repunte en los últimos meses en Lugo, aseguran algunas agencias, que a la vez destacan el comercio tradicional va perdiendo espacio por el auge de las compras por internet, mientras se asientan en las calles comerciales negocios del sector servicios.

Muchos bajos que ocupaban antes comercios de alimentación y moda ahora encuentran salida gracias a los profesionales y firmas de servicios. Las empresas de telefonía, seguros, despachos de abogados, dentistas y demás profesionales liberales que acostumbraban a ocupar entreplantas, ahora han bajado a pie de calle.

La existencia de locales vacíos, y la consecuente bajada de los precios del alquiler, han permitido que estos profesionales puedan acceder a una mejor ubicación, más visible y estratégica para su posicionamiento empresarial.

Pero esas aperturas no siempre son fáciles. Desde la inmobiliaria Casa Ideal afirman que, con el fin de las restricciones relacionadas con la pandemia y la vuelta a la normalidad, un número importante de empresas gallegas y nacionales han tenido la intención de abrir en la ciudad, pero han tenido nulo éxito. La voluntad de asentarse en la ciudad no ha bastado ante las dificultades para lograr tramitar los necesarios permisos del Concello, aseguran.

Desde enero, el 80% de las empresas foráneas que lo intentaron no pudieron encontrar un bajo del casco histórico en el que poder abrir porque las licencias antiguas, la lenta burocracia y las normativas municipales que obligan a realizar reformas «faraónicas» en este tipo de locales hacen inasumible su desembarco en Lugo, dicen las agencias.

"Muy pocas empresas, por grandes que sean, pueden estar un año pagando el alquiler de un local mientras esperan a que el Concello les dé el visto bueno respecto a la licencia de actividad. La tramitación es muy tediosa", indican en una firma.

De hecho, desde el sector inmobiliario explican que estas empresas que vienen de fuera «se quedan horrorizadas» ante las continuas dificultades con las que se encuentran, ya que, según cuentan, no existen en la mayoría de las localidades españolas en las que también están presentes.

También afecta a los proyectos de apertura las excesivas demandas económicas para la época actual que plantean los propietarios de algunos bajos.

ZONAS Y DEMANDA. Expertos del sector inmobilario lucense explican que la demanda de alquiler de locales se centra sobre todo en el centro. Le sigue Aceña de Olga, sobre todo el entorno de la Praza de Augas Férreas, que tiene una importante demanda centrada en la hostelería. Fontiñas también despierta interés para el sector automovilístico: mayormente para la apertura de talleres y negocios de venta de automóviles y de recambios. La Avenida da Coruña vive un lento declive, pero la zona que va de la Ronda a Frigsa resiste y el sector servicios continúa protagonizando aperturas. La demanda de bajos en San Roque se centra también en negocios dedicados al sector servicios y es una zona que cada vez funciona mejor. La mala noticia es que el resto de barrios se encuentran prácticamente "muertos económicamente" en lo relativo al comercio. En estas zonas, la importante presencia de grandes superficies ha acabado por acaparar todas las compras de los vecinos, dicen en las agencias.

Ya hay propietarios que aceptan la mitad del alquiler que hace 5 años

Las agencias aseguran que el precio medio del arrepentimiento ha descendido de los 5.000 a los 3.000 euros

El precio medio de alquilar un local en el centro ha bajado de los 5.000 euros mensuales a los 3.000 por una adaptación lógica de los precios a las necesidades reales del mercado y a las cifras que hoy en día pueden desembolsar cada mes los empresarios por arrendar espacios comerciales, según varias agencias. Por otro lado, observan un cambio general en la perspectiva de los propietarios de bajos.

Antes, la mayoría no estaba dispuesta a bajar de una determinada cifra, elevada para la facturación de los negocios, debido a que en épocas pasadas de mayor bonanza se habituaron a alquilar por un precio alto. Las inmobiliarias han tenido un papel clave para conseguir esta adaptación de la propiedad a la realidad de la demanda. Su capacidad para mediar entre ambas partes, propietarios y negocios, ha permitido que muchos dueños de bajos cedan y se conformen con la mitad de lo que pedían, a la vez que consiguen alquilar un local al que sino sería difícil encontrar salida.

En tanto, los contratos de larga duración, de 5 a 10 años, que buscan firmar muchas corporaciones no acaban de convencer a los propietarios, en su mayoría de edad avanzada, que no quieren comprometerse tanto tiempo para evitar así posibles indemnizaciones futuras si quieren desalojarlos o por el destino que puedan tener estos espacios una vez los propietarios actuales no estén.

Las peatonalizaciones han aumentado el valor catastral, pero también el interés de distintos negocios por establecerse en esas calles, según las agencias.

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