En Lugo ya había ganas de un poco de juerga de la buena y Muchachito Bombo Infierno se encargó este viernes de desatarla en Praza do Seminario.
El grupo nacido en Barcelona y con fuentes en Andalucía y en tantos otros lugares es pura fusión y descargó en Lugo toda su energía y desató las ganas de cantar y bailar. Y encima era viernes, puerta al fin de semana grande de San Froilán, así que la fuerza del grupo se alió con las ganas del público para armar uno de esos conciertos que quedan para el recuerdo.
El grupo que lidera Jairo Perera y que fue capaz de coger ritmos como el de la rumba para construir algo nuevo ha vuelto este año a los escenarios. Se ha sometido a un proceso de renovación y su público ya tenía ganas de ver en vivo el resultado del trabajo salido tras una época de silencio.
Con raíz en la calle, el grupo sigue siendo fresco y auténtico, algo que agradece un público que busca talento creativo, conexión con la vida y autenticidad como punto de partida. Ellos ofrecen además cercanía y un ritmo e intensidad que no ha parado de crecer.
A Lugo llegaron en plena gira de presentación de último trabajo, que incluye canciones como El club del paro o Demasiada agua y no hay piscina, pero, claro, no pudieron escamotear clásicos que les han hecho grandes y que un público ansioso esperaba escuchar en directo sí o sí.
Al final, la juerga, el baile, el buen rollo se materializaron y dejaron a su público con buen sabor de boca para disfrutar de un fin de semana que, además, traerá a Lugo a dos de los referentes de Muchachito Bombo Infierno, Kiko Veneno y Ariel Rot.
