Lugo despidió a la pasarela de San Roque después de tres décadas

El paso peatonal provisional fue eliminado este miércoles al iniciarse las obras de urbanización de esta confluencia, que durarán seis meses
Aspecto que presentaba este miércoles la esquina de San Roque ya sin la pasarela metálica. SEBAS SENANDE
photo_camera Aspecto que presentaba este miércoles la esquina de San Roque ya sin la pasarela metálica. SEBAS SENANDE

La ciudad dijo adiós a una vieja amiga. La pasarela metálica que permitía el paso de peatones en la intersección de la Rúa San Roque y la Rúa Montero Ríos fue desmontada este miércoles por completo.

Así, la pasarela ya retirada será sustituida por una prolongación de la acera y se ensanchará el Carril das Flores, por donde pasa el Camiño Primitivo.

Estos trabajos comenzaron este miércoles a primera hora de la mañana. Las máquinas de la empresa constructora iniciaron la cimentación de la parcela de 617 metros cuadrados.

El lunes ya se habían cortado los accesos peatonales a la pasarela metálica, que ordenó instalar el alcalde Tomás Notario Vacas, hace más de 30 años, de forma provisional.

La obra durará un máximo de seis meses y contará con un presupuesto de 123.757 euros. Además, en algún momento será necesario cortar al tráfico un carril de San Roque. De momento, el Ayuntamiento no ha informado sobre el plan para reconducir el paso de vehículos.

El tránsito de los peatones, que hasta este miércoles asumía la pasarela, irá en un futuro próximo por una acera pegada al solar que tendrá cuatro metros de ancho y que conectará, por tanto, San Roque con Montero Ríos. Este espacio se logrará gracias a la cesión de terrenos por parte de los promotores de la urbanización.

Esta acera contará con una barandilla similar a la utilizada al otro lado de la calzada, lo que armonizará el conjunto y potenciará la continuidad al Carril da Flores.

Dicha acera discurrirá por las fachadas de las nuevas edificaciones proyectadas por la promotora Hipólito S.L, y desembarcará junto al acceso al número 14 del Carril das Flores. De esta forma, el trazado original del Camino de Santiago se modificará y los peregrinos tendrá que continuar su itinerario por dicha acera que, por tanto, ocupará una posición elevada con respecto a la calle. Este desnivel se salvará con el empleo de muro de hormigón armado sobre los que irá apoyada.

Además, el proyecto de urbanización también recoge que se retranqueará el inicio de la bajada por el Carril das Flores, que quedará con una pendiente del 12%.

Por el momento, esta incidencia obliga a los viandantes a cruzar y cambiar de acera, aunque los peatones más atrevidos invaden la calzada, con la presencia de los automóviles a escasos centímetros.

TRÁFICO. La circulación de automóviles también registrará modificaciones significativas. Los actuales dos carriles de la Rúa San Roque serán más anchos en su enlace con la Ronda da Muralla y se creará una nueva vía que desembocará directamente en el Carril das Flores, que pasará a ser una calle de coexistencia de tráfico y peatones con la circulación rodada restringida.

Dado el contexto histórico del ámbito de esta actuación, se optó por recuperar los elementos tradicionales como el muro que salva el desnivel entre la Ronda da Muralla y el Carril das Flores.

Actualmente se encuentra en estado de abandono, por lo que sufrirá un proceso de limpieza, y también se prolongará en altura para impedir la caída de vehículos que circulen por este tramo histórico de la Ronda da Muralla.

Asimismo, al discurrir por esta vía el Camiño Primitivo, con tratamiento de Bien Universal como Patrimonio de la Unesco, el firme será diferente y se usará granito con hormigón desactivado.

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