Un libro de condolencias virtual

Las redes sociales se llenaron de mensajes de lucenses expresando su pesar, rabia e indignación por el asesinato de Cristina Cabo, de 42 años, y exigiendo que el presunto asesino sea condenado por la Justicia a la mayor pena posible
Cristina Cabo lee el manifiesto de la marcha del 8-M en Lugo del pasado año. SEBAS SENANDE
photo_camera Cristina Cabo lee el manifiesto de la marcha del 8-M en Lugo del pasado año. SEBAS SENANDE

Las redes sociales con presencia de lucenses se han convertido estos días en un enorme tanatorio virtual por el que han pasado cientos y cientos de personas para expresar sus condolencias por el asesinato de Cristina Cabo, cada uno en la manera que las sentía: desde la pena más compartida a la rabia, la indignación, la impotencia o la exigencia de justicia.

Lo que han dejado claro los lucenses con los comentarios es que Cristina era una persona tan conocida como apreciada. Los muros de comentarios aparecen plagados de hadas y ángeles, de flores y velas, de rostros con lágrimas. Y también de imágenes de la víctima, como una en la que aparece sonriente y divertida, sobre los hombros de su compañera en la tienda en la que trabajaba mientras hacía malabares con unas naranjas: "Con todo nuestro cariño y nuestro apoyo a tu familia, Cris", escribía sobre la foto Anabel, que añadía varios corazones.

Marcial le contaba a sus amigos y seguidores en su cuenta que Cristina (42 años) era "unha grandísima persoa e sempre con boa cara para a xente. De pena. DEP". Lo refrendaba Loreto, que sentía como propias sus heridas: "Pobrecita, una persona luchadora por ELLA y por los derechos de las mujeres, nos han amputado a todas un trozo de nuestro cuerpo".

También la conoció y la añora Julia, que sabe que "ningunha o merece", pero "ti menos que ningunha, Cris... Nunca esquecerei o teu sorriso e o cariño que sempre me amosache... Sen palabras". La sorpresa de Ana no fue, tampoco, pequeña: "Oh, qué pena enterarme de que en la ciudad en la que vivo se ha asesinado a una mujer!, y ¡qué pena más grande todavía darme cuenta de que la conozco de ir a su local a comprar cosas buenas que vendía con mucho cariño y gracia! Gracias por acogerme siempre de la mejor manera, Cristina, siempre atenta y amable, te conocía poco, pero apreciaba tu sonrisa y apertura, ¡te echaremos de menos!".

La pena adquiere muchas formas, y en este caso una de las más visibles es la de la rabia y la exigencia de justicia: "Querida amiga, eres muy joven y te quitaron todo", escribía una usuaria, "el porqué no se sabe. JUSTICIA POR LA MUERTE DE CRISTINA. Hoy fue ella, mañana seremos una de nosotras".

El carácter machista del crimen puso a flor de piel la solidaridad femenina, que Isa verbalizó con lo que ya se ha convertido en un grito de guerra: "Si tocan a una nos tocan a todas!!!".

Tere no se conformaba solo con la detención y la condena del culpable, quiere "verle la cara y saber su nombre. Creo que Cris se lo merece, que sepamos todos quién es el desgraciado mal nacido que fue capaz de hacer algo así".

Las peticiones de la prisión permanente revisable para el autor del crimen también es un deseo muy compartido, tanto por hombres ("esperemos que este engendro se pudra en la cárcel", decía Rodolfo) como por mujeres como Rosa ("confío en que la Justicia le imponga cadena perpetua no revisable... y que se pudra en la cárcel").

Xenofobia tras el crimen de la calle Quiroga

Desgraciadamente, muchos usuarios de redes también aprovecharon este triste suceso para tratar de introducir en los debates sus opiniones racistas y xenófobas, algunos haciendo especial hincapié en el supuesto exceso de extranjeros en la zona donde residía Cristina y en A Milagrosa.

Por fortuna, la mayoría de estos comentarios recibió contundentes respuestas del resto de participantes en los hilos, si bien una de las más contundentes fue la de Jacobo a uno de los más activos defensores de las teorías xenófobas: "Mira, fachoide impresentable, conozco a Cristina de más de 20 años y en estos momentos te pediría respeto por sus seres queridos. Ella sí tenía padres y hermanos y si te da por decir que la calle Quiroga es peligrosa mándame privado y te lo demuestro HP. No se merecía morir y la rabia que tengo sí la quiero pagar contigo, así que ya sabes... a ver si apareces y me respetas el dolor de los demás. Mucho músculo y poco cerebro, no me importa lo que pienses de Lugo, lo que sí me importa es que respetes la calle Quiroga donde yo vivo. Si quieres dímelo a la cara".

Son estos elementos distorsionadores, en cualquier caso, un par de gotas en un enorme embalse de buenos sentimientos que se pueden resumir con las palabras de María Pilar: "¡Cómo no vamos estar enojados! Era una gran chica, buena amiga, era generosa. Ya no sé qué decir, solo sé decir maravillas de ella. Ahora la Justicia tiene que meterle la pena más grande que haya, que se pudra en la cárcel por lo que hizo. Vuela alto, Cris, nunca te olvidaré, siempre te recordaré con tu sonrisa".

Homenaje a Cristina Cabo

Esa sonrisa y ese compromiso de Cristina fue recordado este martes por la Tradescola, durante su concierto Músicas para a igualdade que se celebró en la capilla de Santa María. En él, Branca Villares y el alumnado de la escuela realizaron un homenaje a la mujer recientemente asesinada.

También la Plataforma Feminista, a la que pertenecía Cristina, volvió a mostrar su "desolación". "Aparte de ser la mejor persona del mundo, era la mejor compañera y también la mejor amiga. No se puede decir nada que no sea maravilloso de ella. Esto lo hace más terrible, nos partió en dos", expuso la portavoz de la plataforma, Ana Torrón.