Tercer día de juicio del Cash Récord: "Los indicios sólidos lo señalan"

Dos inspectores concluyen que las pistas apuntan al acusado como autor del doble crimen del Cash Récord, mientras que otro investigador duda de la credibilidad de algún testigo. La Policía descartó a otros sospechosos, incluso al Grapo
Los familiares de las víctimas se mostraron ayer satisfechos con el transcurso de los interrogatorios. «Están saliendo cosas importantes y ojalá el fiscal cambiase de criterio», señalaron. Tanto Isabel López como Beli Sánchez critican que muchos testigos no se ratifiquen en las declaraciones que hicieron hace años. «De repente, nadie lo conoce», lamentan.
photo_camera La familia de las víctimas. XESÚS PONTE

El juicio por el caso Cash Récord llegó el miércoles a su tercera jornada con la declaración de varios agentes de la Policía Nacional de Lugo que participaron en las pesquisas tras el crimen y de los dos inspectores que retomaron la investigación años más tarde.

Estos últimos analizaron todo el sumario del caso en 2010, a petición del entonces jefe de la comandancia, Manuel Teijeiro Sande, y concluyeron que la única hipótesis "razonable y sólida" apuntaba a Manuel Juan Vilariño como autor del crimen. "En toda la documentación que revisamos se contemplaban varias hipótesis, pero todos los indicios que reunimos apuntaban al procesado", concluyeron.

Cuatro indicios incriminatorios para los inspectores del CNP

Los dos inspectores que elaboraron el informe sobre el crimen explicaron ante el tribunal los indicios que consideraron más relevantes. "Había una propuesta del acusado a otra persona para cometer los hechos. El testigo lo declaró ante la Policía y lo ratificó ante el juez. Para nosotros resultó plenamente creíble, ya que declaró ocho meses después del suceso y explicó datos que, en nuestra opinión, solo le podía haber dado alguien implicado en el asalto. Afirmó, por ejemplo, que el acusado le había dicho que iba a ser un golpe fácil porque solo iban a estar en la nave una cajera y un reponedor".

Los agentes destacaron además que el autor del crimen tenía que ser un cliente de Cash Récord, ya que los fallecidos le abrieron la puerta. "Hablamos con los últimos clientes que estuvieron en la nave esa tarde y ninguno fue sospechoso ni vio a nadie dentro que le llamase la atención, por lo que concluimos que el autor no estaba en el interior de las instalaciones antes del suceso, sino que se aseguró de que ya no había nadie y, aprovechando la confianza, llamó para que le abrieran". Para estos inspectores, tampoco hay dudas de que el procesado era una persona con destreza en el manejo de armas. "Había cumplido una condena por tráfico de armas y varios testigos declararon que les intentó vender pistolas y que incluso les daba clases". De hecho, la Policía Local fue con un detector de metales y encontró balas en un descampado. Además, en los registros de su bar y de su domicilio se encontró munición de 9 milímetros parabellum.

Finalmente, los inspectores que revisaron el sumario hicieron hincapié en la relevancia de un testigo -que declaró por primera vez 15 años después del crimen, ya que en un principio nadie le hizo caso-, quien "situó al acusado en el lugar y momento de los hechos", recordaron. Ese hombre, que declaró como testigo el martes, contó que vio a tres personas, una mujer y dos varones, merodeando por O Ceao antes del crimen. "Le enseñamos una fotocomposición con imágenes de los años 90 y señaló a Manuel Juan Vilariño como uno de los hombres que había visto aquel día en el polígono. Al principio fue contundente en la identificación, pero a la hora de firmarla dijo que a lo mejor nadie se iba a creer que pudiera identificar a una persona tanto tiempo después, así que quiso ponerlo más suave y que constase que era: el que más se parecía. Después hubo una segunda ronda de reconocimiento y señaló a dos personas, una de ellas Manuel Juan Vilariño", señalaron.

Los inspectores señalaron que analizaron todas las líneas de investigación abiertas. "Se investigó a dos jóvenes de Coristanco que tenían múltiples antecedentes por hechos violentos con armas y también se investigó a integrantes del Grapo, que en aquel momento cometían hechos similares, pero nuestra conclusión tras analizarlo todo fue que el autor de los hechos había sido Manuel Juan Vilariño", zanjaron.

Una investigación eterna con más de diez instructores

CASH RECORD

Además de estos dos inspectores, el miércoles por la mañana prestaron declaración otros seis agentes del CNP, ya jubilados, entre ellos el inspector Antonio Nieto, quien tuvo un papel destacado en las pesquisas. Este inspector también reconoció que el acusado ya se había situado como sospechoso desde el inicio de la investigación. "Se trata de un asunto por el que pasaron más de diez instructores. Cuando yo accedo, todos los que estaban en el caso se fueron, ya que por la nueva ley pasaban a jubilarse a los 56 años. Además, era una brigada con problemas administrativos y era todo complicado. Yo nunca dejé de atender este asunto, pero tampoco me pude dedicar plenamente a él", comentó.

El inspector Nieto contó que tuvo varias intervenciones con los dos toxicómanos que supuestamente vincularon a Manuel Juan Vilariño con el crimen de Cash Récord, pero reconoció que siempre puso en entredicho su credibilidad. "El Gato (que era como conocían al toxicómano que declaró el martes y aseguró que había ido a probar armas con el acusado) era un delincuente bragado, con oficio, que había hecho de todo y nos contaba muchas mentiras. Estaba metido en asuntos de drogas, de armas y hasta de secuestros. Y su cuñado igual", dijo. Además, a preguntas de la sala, el inspector reconoció que en los ambientes delictivos en los que se movían estas personas no era descabellado que exageraran o que alardearan de estar implicados en sucesos en los que no estaban. "Entre los delincuentes habituales había un estatus y al hampa se le tenía respeto; infundía miedo", comentó.

Aun así, el inspector reconoció que Manuel Juan Vilariño fue sospechoso del crimen porque lo implicaron "varias personas". Algunos de estos testigos también pasaron el miércoles por la Audiencia Provincial de Lugo para prestar declaración, pero afirmaron que no recordaban nada de lo manifestado en su momento.

Investigué todas las pistas que tuve. Hasta fui a Oporto a que me dieran un nombre, pero no tenía relación con el caso"

En el transcurso de su declaración, Antonio Nieto contó además que habló con Manuel Juan Vilariño en varias ocasiones. "Hablamos por varios asuntos de tráfico de drogas y a mí siempre me negó que tuviera algo que ver con el crimen de Cash Récord. Él siempre me dijo que no sabía nada. Y nunca me señaló a ningún guardia civil como posible implicado. Si lo hubiera hecho, yo hubiera detenido a esa persona, por muy agente que fuera. No tengan ninguna duda", apuntó.

De hecho, el inspector aseguró que siguió todas las pistas que llegaron a sus manos. "Un confidente me dijo que un preso que estaba en Oporto me podía dar un nombre, ya que había estado muy vinculado a los ambientes de tráfico de drogas de Lugo. Hice los trámites con las autoridades lusas y fui a hablar con él. Me dio el nombre de un camionero y se investigó a esta persona, pero no tenía nada que ver con el caso. También tuvimos las declaraciones de un hombre que dijo cómo vio a El Gato, a Vilariño y a una chica desplazarse en coche hasta Cash Récord, entrar en la nave y salir tras haber escuchado un disparo. Este hombre acosaba a esa chica -de hecho fue condenado por intentar echarla de la carretera cuando iba en coche-y tenía fijación con ella, pero aun así investigamos esa pista. Finalmente, este hombre fue condenado por falso testimonio". Esta persona también declaró el miércoles y dijo que no recordaba nada de ese asunto.

Según explicó el inspector Nieto, todos los jefes de la comisaría y de la Brigada Judicial que se fueron sucediendo tras el crimen intentaron avanzar en un caso con muchas dudas sin resolver.

Los familiares de las víctimas se mostraron ayer satisfechos con el transcurso de los interrogatorios. «Están saliendo cosas importantes y ojalá el fiscal cambiase de criterio», señalaron. Tanto Isabel López como Beli Sánchez critican que muchos testigos no se ratifiquen en las declaraciones que hicieron hace años. «De repente, nadie lo conoce», lamentan.
Los familiares de las víctimas se mostraron ayer satisfechos con el transcurso de los interrogatorios. "Están saliendo cosas importantes y ojalá el fiscal cambiase de criterio", señalaron. Tanto Isabel López como Beli Sánchez critican que muchos testigos no se ratifiquen en las declaraciones que hicieron hace años. "De repente, nadie lo conoce", lamentan.

La incógnita de un informe sobre el caso que nadie escribió

Una de las mayores incógnitas de la investigación de este caso gira en torno a un informe manuscrito que apareció en la comisaría de la Policía Nacional y que, a día de hoy, todavía no se sabe quién elaboró. En la jornada de el miércoles prestó declaración el comisario jefe de la comisaría provincial cuando sucedieron los hechos, José María Vilanova Gandoy, quien afirmó que desconocía la autoría del informe, en el que un policía afirma que habló con el acusado en varias ocasiones sobre el doble asesinato de o Ceao. El inspector Nieto también negó que fuese el autor del documento, que iba encabezado con el nombre de Tabernero, que había sido jefe de la Brigada Judicial. "Yo no lo hice. Entiendo que alguien lo elaboró a petición de Tabernero y luego se continuó cuando él se fue. En aquel momento no había ordenadores en comisaría y no era extraño que hubiese manuscritos en los armarios", dijo. Este asunto llegó a ser investigado, sin éxito, por asuntos internos. La vista continúa este jueves con la declaración de más policías y acabará el viernes con las conclusiones definitivas.

"Fueron varios y retuvieron a Esteban mientras mataban a Elena"

Varios agentes que realizaron la inspección ocular tras el crimen explicaron que los cadáveres estaban a una distancia de doce metros uno del otro, con un disparo cada uno. "El joven estaba sentado sobre unas cajas de mercancía, viendo la televisión. Hubo un primer disparo, que no le alcanzó, y el segundo lo hirió mortalmente. Nosotros pensamos que primero mataron a Elena, pero como él estaba viendo la tele, o no escuchó el disparo o pensó que era otra cosa y no se movió". El inspector Nieto, sin embargo, tiene claro que actuaron varias personas. "Para mí, Esteban no se movió mientras mataban a Elena porque lo tenían retenido. A lo mejor alguien lo estaba apuntando con un arma, aunque después le disparó la misma persona que asesinó a la cajera", dijo.

El autor "no era muy alto"

Todos los agentes coincidieron en señalar que el autor de los disparos era una persona de estatura media. "Por la trayectoria de las balas, no era muy alto", dijeron. Contaron también que la bala que mató a Elena apareció al hacerle la autopsia "oculta en el hueco de una muela", dijeron.