Fado, y mucho más, con mensaje

La lusa Ana Bacalhau trasladó a Santa María la fuerza de su música y su libertad creativa, que la han llevado a ampliar las fronteras del fado, algo que disfrutó y aplaudió el público lucense

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photo_camera Ana Bacalhau, en Santa María. SEBAS SENANDE

La portuguesa Ana Bacalhau llegó este jueves cargada de mensajes a Lugo, inmerso en la celebración del San Froilán. Lo suyo puede ser música de la buena, pero es que además se acompaña de discurso. Prueba, además, una enorme cercanía con el público.

La base de Bacalhau es la música de raíz portuguesa, sobre todo el fado. Pero ha sabido abrir horizontes y la intérprete es hoy una música que hace incursiones en el pop y que apuesta por dar un toque de alegría a su sonido.

Bacalhau es una mujer feminista, culta, que planta cara a los estereotipos y que ha probado a lo largo de toda su carrera que no le gustan las barreras y que no se pone límites.

Es una de esas voces jóvenes que llegaron para renovar la música portuguesa y su talento para el fado ha sido siempre muy reconocido. Pero ella no se conformó con vivir del éxito y seguir sin más una carrera que ya estaba despejada y le aseguraba el aplauso. 

Muy al contrario, probó que es valiente y se atrevió incluso a darle nuevos enfoques a un género tan sagrado para los portugueses como el fado. Quiso despejarlo del aura de tristeza y darle color. E igualmente siguió triunfando.

Y es que aparcando la guitarra portuguesa y los tonos de constante melancolía, la cantante supo adaptar el género hasta lograr que la gente se pusiera a bailar.

Todos los pasos que ha dado han probado que es valiente cuando se trata de definir su carrera musical, que es un tributo a la tradición portuguesa, variada y rica, pero que no se queda ahí y que prueba que Portugal, culturalmente, no solo es pasado y tradición.

Así, no es solo que Bacalhau haya realizado incursiones en el pop, es que tampoco le ha sido ajeno algo tan complejo como el jazz. E incluso se ha atrevido con otros sonidos más contundentes.

La libertad que ha venido demostrando Bacalhau tuvo el reconocimiento del público lucense, que llegó al concierto de Santa María ansioso por escuchar a una mujer a la que muchos ya conocían por su etapa en Deolinda, el grupo con el que su nombre se hizo famosa y que fue capaz de superar por ese afán de abrir nuevos caminos.

Lo suyo es hoy un himno a la libertad, con mensajes, por ejemplo, a favor de la aceptación personal.