Un presunto ajuste de cuentas entre dos familias en el barrio de A Milagrosa dejó dos detenidos y daños importantes en dos vehículos que se encontraban estacionados en la vía pública.
El incidente se registró en la noche del pasado martes, cuando varias personas, que pertenecen a dos familias de origen rumano, iniciaron una discusión en la Rúa Camiño Real, en la confluencia con Xulia Minguillón. Al parecer, el altercado se inició por las diferencias entre ellos derivadas de una discusión por un asunto relacionado con sus respectivos hijos, menores de edad.
La discusión fue subiendo de tono y, en un momento del enfrentamiento, dos varones de una misma familia cogieron sendos palos e intentaron agredir con ellos a sus contrincantes. Los dos hombres golpearon todo lo que se encontraron a su paso y algunos golpes alcanzaron a los vehículos estacionados en la zona.
Varios testigos del altercado llamaron a la Sala del 091 y la Policía Nacional se trasladó hasta el lugar de la pelea, que finalmente se saldó sin heridos. Los agentes detuvieron a dos hombres por amenazas a la otra familia y les imputaron además un delito de daños, ya que dos turismos sufrieron desperfectos en la carrocería y acabaron con varias lunas completamente destrozadas.
El altercado desató de nuevo las quejas de los vecinos de Camiño Real, que demandan una mayor vigilancia en la zona. Según dicen, los altercados y las peleas, tanto de día como de noche, son una constante. "Estamos hartos de que pasen estas cosas continuamente y nadie nos dé una solución. Soportamos peleas, gritos y ruidos prácticamente a diario y parece que a nadie le importa. A veces, hasta nos niegan que el barrio se esté convirtiendo en un lugar inseguro", lamentan.
OTRA DISPUTA
Ese mismo día, alrededor de las seis de la mañana, la Policía Local se movilizó por otro altercado familiar en la capital lucense. Una patrulla de la Unidad Territorial de Policía de Barrio se desplazó hasta un piso de la calle Aquilino Iglesias Alvariño, desde donde sus dos inquilinos habían solicitado la intervención policial.
Una vez en el lugar, los agentes se entrevistaron con las dos partes implicadas. Según explicaron ambas, las peleas en el domicilio eran constantes por la negativa de una de ellas a tomar la medicación diaria que le había prescrito el médico. La mujer que supuestamente se negaba a tomar los fármacos le dijo a la Policía que no quería seguir viviendo en su casa y solicitó que la alojaran en algún lugar, lejos de su domicilio.
Ante esta situación, los agentes trasladaron el caso a los servicios sociales del Concello, que ya tenían conocimiento de la situación de esta familia por otras actuaciones anteriores. Tras la intervención de los servicios sociales, la Policía finalizó su actuación.
