Dan por "cerrado el caso" tras la detención del sospechoso por la muerte de Cristina Cabo

Los agentes hallaron objetos de la víctima de la Rúa Quiroga en casa del arrestado, un hombre de 32 años ►A la espera de finalizar todas las diligencias, la Policía da por "cerrado el caso" tras la detención del "principal sospechoso" ► La mujer, de 42 años, presentaba alrededor de una veintena de puñaladas y nadie la oyó gritar

Los agentes que investigan la muerte a puñaladas de Cristina Cabo Buján, cuyo cadáver fue localizado el pasado domingo en su vivienda de Lugo, han detenido a un hombre en la mañana de este martes.

El arrestado, de 32 años y nacionalidad colombiana, y fuentes de la Policía Nacional han añadido que se trata del "principal sospechoso" del asesinato.

Los informadores añadieron que, a la espera de finalizar todas las diligencias que hay que realizar en el proceso de investigación de un crimen como este, los investigadores dan por esclarecida la autoría y por "cerrado el caso".

El detenido fue trasladado al calabozo en la mañana de este martes a la espera de ser interrogado en las dependencias policiales de la Rúa Chantada –que también conllevará la toma de declaración de otras personas–. Tras ello, el detenido pasará a manos de la autoridad judicial.

El Juzgado de Instrucción Número 1 de Lugo se ha hecho cargo de la causa y mantiene el secreto de sumario.

Hallan objetos de la víctima en casa del detenido

Según trascendió en la mañana de este martes, los investigadores han hallado objetos de la víctima en casa del detenido por el crimen. Las mismas fuentes indicaron que el sospechoso podría estar planeando su huida en el momento en el que fue arrestado.

En casa del detenido los agentes hallaron un ordenador que podría ser de la fallecida y, de hecho, según las mismas fuentes, la localización de ese equipo informático en casa del sospechoso podría ser una prueba determinante, en función de los resultados de los análisis a los que está siendo sometido por parte de los investigadores.

Las pruebas que maneja la Policía apuntan a que la fallecida conoció al sospechoso por la noche y que salieron juntos de un local de ocio nocturno de la ciudad, no muy lejos del domicilio de Cristina Cabo, alrededor de las seis de la mañana.

Esas mismas fuentes puntualizaron que el sospechoso solo llevaba unos meses en España y que fue delatado por su entorno.

"El trabajo fue muy intenso y la presión fue muy fuerte"

En declaraciones a los medios en la mañana de este martes, el portavoz de la Policía Nacional de Lugo, Manuel Arias Veiga, ha ratificado que se ha producido una detención, aunque no ha proporcionado más datos sobre el detenido y ha apelado a la cautela.

"Mientras no se le ponga nombre y apellidos a la persona detenida y al delito que se cometió vamos a actuar con la cautela debida y esperamos a que los investigadores nos den más información sobre este particular", ha trasladado.

El portavoz policial ha destacado el duro esfuerzo de los agentes que llevan la investigación y ha confirmado que no se esperan más detenciones.

"El trabajo fue muy intenso y la presión fue muy fuerte. Es un trabajo muy bien hecho y estuvo muy bien dirigido, con los resultados gratificantes que se han obtenido para la sociedad, la familia y la víctima", ha esgrimido.

Investigación del crimen de la calle Quiroga

Alrededor de una docena de agentes están participando de forma activa en las pesquisas. Fuentes próximas a la investigación precisaron que la actividad en la Comisaría Provincial de Lugo ha sido febril en las últimas horas, dado que, además de la detención del principal sospechoso, se le siguió tomando declaración al entorno de la víctima, a amigos, vecinos y familiares, así como a cualquier persona que pueda aportar información relevante para el caso.

Además, los mismos informadores precisaron que, al menos de momento, ha finalizado ya la inspección de la Policía Científica en el piso de la víctima, donde varios agentes estuvieron trabajando durante horas para recoger pruebas e indicios que ayuden al esclarecimiento del crimen.

De hecho, además de los agentes especializados de la propia Comisaría de Lugo, este lunes se desplazaron desde A Coruña efectivos de la Brigada de Policía Científica de la Jefatura Superior de Policía de Galicia.

Se trata de efectivos especializados en la aplicación de un tipo concreto de reactivos para la búsqueda de pruebas en el escenario de un crimen.

En manos de los investigadores está también la información de la autopsia practicada al cadáver.

Un crimen que conmociona a Lugo

"¡Mataron a Cris!". Los allegados de Cristina Cabo, de 42 años, amanecieron este lunes con la terrible noticia de su fallecimiento a manos de un asesino que le asestó numerosas puñaladas en su domicilio de la capital lucense, donde residía sola. El juzgado de Instrucción número 1 de Lugo decretó el secreto de sumario y los pocos detalles que trascendieron apuntan a que el autor se ensañó con la víctima, ya que, según fuentes próximas al caso, el cadáver de la mujer presentaba hasta una veintena de puñaladas.

La Policía Nacional se movilizó a última hora de la noche del domingo, después de que un familiar de la mujer diese la voz de alarma porque no era capaz de contactar con ella. Los investigadores se desplazaron entonces hasta el domicilio y se toparon con el peor escenario posible, ya que localizaron el cadáver de la joven con signos de violencia. La Policía movilizó a los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) y a la Brigada de Policía Científica del cuerpo, que acordonaron la zona para proteger el escenario del crimen y recabar todas las pruebas pertinentes.

Los investigadores interrogaron a varios vecinos del edificio, pero los testimonios de estas personas no arrojaron inicialmente demasiada luz al suceso, ya que, según señalaron, no habían escuchado gritos ni golpes procedentes del domicilio de la víctima. Los agentes continuaron con las pesquisas y retiraron de la vivienda de Cristina Cabo multitud de cajas con posibles pruebas que pudieran llevar hasta su agresor. Igualmente, inspeccionaron las papeleras y los contenedores próximos al lugar del crimen en busca de pistas o de armas con las que se hubiera podido perpetrar el crimen.

Además, a lo largo de la tarde, los investigadores ampliaron su radio de actuación a otros municipios próximos a Lugo, donde al parecer varios taxistas fueron preguntados por los viajes que realizaron a la capital lucense el fin de semana, lo que indica que la Policía Nacional podría estar cerrando el cerco sobre algún sospechoso. Aun así, a última hora de la tarde del lunes, la investigación continuaba abierta y la Subdelegación del Gobierno confirmaba que todavía se barajaban "varias hipótesis".

Consternación en Lugo por el crimen

Mientras las fuerzas y cuerpos de seguridad hacían su trabajo, familiares y amigos de la víctima se trasladaban unos a otros la rabia, la impotencia y el dolor de un óbito al que no le encontraban ningún tipo de explicación, simplemente porque no la tiene.

Los vecinos de la Rúa Quiroga, donde residía la mujer, no daban crédito a lo sucedido. "Nunca esperas que pase algo así tan cerca. Ves a una persona entrar y salir de su casa, haciendo una vida completamente normal, y de repente te enteras de que la han apuñalado y que está muerta. Cuesta mucho creerlo", apuntaban.

Algunos allegados de la víctima comentaban que el inmueble en el que residía la joven tenía algunos inquilinos conflictivos. De hecho, la confusión que reinó tras el hallazgo del cadáver llevó pensar que la Policía Nacional había detenido a un vecino como sospechoso del crimen, pero el hombre tan solo fue trasladado a comisaría para tomarle declaración, al igual que se hizo con otras personas del entorno de la víctima, sobre el que se está centrando la investigación.

"Ella se llevaba bien con todo el mundo"

Así, tras el caos de las primeras horas, la calma retornó en la medida de lo posible al barrio y los residentes comenzaron a plantearse todo tipo de incógnitas. "Esta es una calle tranquila y nunca vimos nada raro, ni en ese edificio ni en los otros del entorno. No sabemos lo que ha podido pasar, pero esto nos ha metido el miedo en el cuerpo", señalaban.

La conmoción por la muerte de Cristina Cabo se extendió a la Rúa Mallorca, donde regentaba la tienda de productos ecológicos A Despensa do Avó Francisco. "Nunca vimos nada extraño que nos pudiera hacer pensar en este desenlace. Hace quince días le robaron la mercancía que le habían dejado proveedores en la acera, pero ese fue el único problema que nos contó. Ella se llevaba bien con todo el mundo", explicaban dueños de los negocios próximos, "y es increíble pensar que ya no la volveremos a ver abriendo su tienda". A medida que avanzaba el día, las puertas del negocio de Cristina Cabo se fueron llenando de ramos de flores y velas encendidas en recuerdo de una mujer muy apreciada en una ciudad que tardará en olvidarla.