Cumplir con el patrón

Un matrimonio de Narón celebra este miércoles en Lugo su cumpleaños, 82 él y 70 ella, tras recorrer la Vía Künig desde San Martín del Camino (León)
Luciano Eiroa y su esposa Alejandra Díaz, en una etapa de la Vía Künig. EP
photo_camera Luciano Eiroa y su esposa Alejandra Díaz, en una etapa de la Vía Künig. EP

Luciano Eiroa y su esposa Alejandra Díaz están este miércoles, Día de San Froilán, de aniversario. Cumplen 82 y 70 años, respectivamente. Para conmemorarlo, este matrimonio de Narón, que el año pasado celebraba sus bodas de oro, decidió peregrinar por la Vía Künig, desde la localidad leonesa de San Martín del Camino hasta Lugo. Acaban de recorrer a pie 199 kilómetros, divididos en nueve etapas, que culminaron con un paseo por la muralla romana.

Luciano Eiroa, que realizó el Camino Francés en varias ocasiones y el Primitivo en una, además de ejercer como hospitalero en el albergue leonés de Reliegos de las Matas, explica que han optado en esta ocasión por la Vía Künig "aparte de por su riqueza paisajista, acentuada en este comienzo otoñal, tanto en nuestra provincia como en la vecina León, porque es una ruta mucho más asequible a las piernas, algo oxidadas por la edad".

Este octogenario, que se dedicó profesionalmente al sector de la distribución de alimentación y bebidas y que también fue delegado de varias revistas técnicas, describe que con esta ruta "evita la constante subida desde Astorga, mirando al Teleno, hasta llegar a las puertas de Ponferrada, deslizándose por el norte del Órbigo y la comarca de La Cepeda, por Porqueros, Magaz y bajar al Bierzo por Cereixal de Tremor". Añade que "ya desde Pedrafita, eludiendo O Cebreiro y el Alto do Poio y bajando suavemente por As Nogais, Baralla y O Corgo hasta las bimilenarias piedras" de la muralla romana.

Esta es la senda que el monje alemán Hermann Künig realizó a finales del siglo XV en su peregrinación a Santiago, que asociaciones y ayuntamientos lucenses aspiran a que sea reconocida oficialmente como una de las rutas jacobeas.

LAZOS. Aunque es natural de Ferrolterra, Luciano Eiroa tiene un estrecho vínculo con Lugo, del que dice que es "un faro recurrente en su caminar vital". Recuerda que su padre y sus tíos estudiaron en el colegio de los Maristas y su esposa en el de la Compañía de María. Además, durante el Arde Lucus de hace 11 años recaudó fondos para el Asilo de San Roque.

Se muestra orgulloso de que cada vez que visita la capital lucense da un paseo por la muralla romana y realiza una encuesta entre sus usuarios, sondeo del que ha sacado como conclusión que "solo dos de cada diez interrogados saben el número de puertas" de este monumento declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. "Diez, de la que la mitad son originales", precisa.

Aprovechando que Lugo está celebrando sus fiestas en honor a San Froilán, este peregrino propone que se realice una cuestación popular para sufragar una estatua dedicada al protagonista gastronómico de estas patronales, el pulpo, que, a su juicio, se debería instalar en el parque Rosalía de Castro, cerca de las casetas. Entre bromas indica que aspira a que "Lugo sea la primera ciudad del mundo que declare al pulpo "animal de compañía"".

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