El Concello presentará ante la CHMS un informe que avala la playa fluvial

El criterio de los técnicos municipales solo tendrá efecto si confirma la Xunta esta ubicación
Zona del río Miño donde se ubicará la playa fluvial de Lugo. XESÚS PONTE
photo_camera Zona del río Miño donde se ubicará la playa fluvial de Lugo. XESÚS PONTE

El Concello remitirá a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) un informe elaborado por técnicos municipales que avalaría colocar la playa fluvial en la segunda ubicación, muy próxima a la primera, ambas en el paseo del río Miño, en el entorno de A Tolda.

El informe, realizado por los técnicos de la Concellería de Medio Ambiente, incluiría datos y mediciones concretas recabadas sobre el terreno. El criterio municipal daría el visto bueno al proyecto de la playa fluvial por cumplir las condiciones medioambientales exigidas por la jefatura territorial de Medio Ambiente de la Xunta en un reciente informe.

Los técnicos municipales defenderían en el informe que la instalación de la playa en este segundo emplazamiento del paseo del Miño no afectaría a las poblaciones de mejillón que existen en la zona, gracias a la elección de un nuevo sistema de anclaje para las plataformas.

La documentación acreditativa del Concello se remitirá a la CHMS, la cual, a su vez, trasladará la información al servicio competente de la Xunta que deberá, en todo caso, confirmar lo allí recogido, para que se pueda proceder a la construcción definitiva de la playa fluvial en la nueva ubicación escogida por el gobierno local.

El concejal del área medioambiental, Miguel Fernández, explicó que para la redacción de este último informe, los técnicos evaluaron "a presión que exercería o pantalán sobre a auga" suponiendo una utilización de las piscinas "moi por riba do seu uso" ya que, según contó, se calculó en base al peso de 760 personas, de 80 kilogramos cada una.

Estas, aseguró el edil, son las condiciones "máis desfavorables posibles" que podrían darse en el momento de la instalación de las plataformas flotantes de esta nueva zona de baño pública.

EL INFORME DE 2019. Por otro lado, Miguel Fernández expuso lo que para él son las "contradicións nas que recae a Xunta al desbotar agora unha ubicación á que deu o seu beneplácito en 2019".

El informe al que hace referencia el concejal de Medio Ambiente, elaborado por el Servizo de Patrimonio Natural de la Xunta, versa sobre el lugar del río en el que inicialmente se iba a construir la playa fluvial y no sobre la ubicación que ahora se le ha decidido dar ante las negativas de los técnicos autonómicos sobre la idoneidad del lugar original.

Además, este dossier evaluativo considera que el primer lugar escogido para la zona de baño no era "o máis axeitado".

El Servizo de Patrimonio Natural establece, a la vez, una serie de condiciones medioambientales y urbanísticas a cumplir para contar con la autorización de la Xunta, que es quien tiene la última palabra, en caso de que se quisiera finalmente llevar a término el proyecto para la creación de estas piscinas públicas en el río Miño.

Será, de nuevo, este organismo quien decida cuál será el destino final del proyecto de playa fluvial en este nuevo emplazamiento.