El centro urbano de Lugo se tiñe más de azul y la periferia, de rojo

El PSOE aguanta el tirón gracias al apoyo en barrios como Casás, O Casteiñeiro o Fontiñas

Una lucense ejerciendo el voto en Hacienda. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Una lucense ejerciendo el voto en Hacienda. VICTORIA RODRÍGUEZ

El efecto de Pedro Sánchez se diluyó en la capital lucense como un azucarillo en el café en apenas un mes. No son extrapolables los resultados de unas elecciones generales a unas municipales, pero no deja de llamar poderosamente la atención como en solo 28 días 7.236 votos del PSOE buscaron nuevo acomodo. Más de un tercio de las papeletas socialistas, el 36,7%, se fugaron entre esas dos citas tan próximas con las urnas. Ese porcentaje no es nada desdeñable, ya que en la sede de la Rúa Salmón más de un cargo público llegó a hiperventilar con los primeros recuentos en la noche dominical, que ponían en peligro el gobierno local. El donut electoral del 28-A no se repitió por tanto el 26-M.

El centro de la ciudad es fiel a las filas populares

 

El municipio de Lugo tornó en esos 28 días el rojo por el azul. Si el 28-A el casco amurallado representaba, junto con el rural, la aldea gala de Ásterix y Obélix para el PP, el 26-M la tarta cambió de color. El pasado domingo la formación liderada por Ramón Carballo se impuso en 89 de las 124 mesas electorales del municipio de Lugo; la de Lara Méndez en 32; empataron en dos -una de las dos que había en el colegio de infantil y primaria de Albeiros y una del instituto Leiras Pulpeiro- y el BNG se llevó el gato al agua en una de las dos que estaban en el centro social de Fingoi.

En las municipales de hace cuatro años, en las que el PP obtenía casi 1.200 papeletas y un concejal más que el PSOE, se alternaron más. El partido conservador fue el más votado en 69 mesas y el socialista en 52.

El agridulce triunfo popular del domingo, que una vez más será insuficiente para que pueda colocar su enseña en el Pazo de Ombreiro, se tradujo en casi 3.000 votos de diferencia y dos concejales con respecto al partido de la rosa.

Sea cuál sea la cita electoral, las dos mesas instaladas en la Agencia Tributaria, en la Rúa da Raíña, y la del centro social Uxío Novoneyra son un ejemplo de que el centro, de la ciudad, tiene querencia por el azul. El PP dobló con creces al PSOE, 427 votos frente a 187, entre la suma de las tres. Las de los servicios municipales o la del colegio Quiroga Ballesteros siguieron esa misma estela.

Los barrios periféricos son el caladero de votos del PSOE

 

Cuando se han cumplido 20 años de su acceso al poder en la capital lucense, el PSOE obtuvo anteayer su peor resultado en unas municipales desde entonces. Perdió 1.460 votos -un 10,4% menos- con respecto a 2015, cuando Lara Méndez por imperativo de los otros grupos de izquierdas cogía el bastón de mando de manos de José López Orozco y se convertía en la primera alcaldesa de la ciudad en la democracia. Aunque esa caída no ha tenido un coste en el número de concejales, ni en que deje de gobernar, si alcanza un acuerdo con el reactivado BNG, como se da por hecho.

En solo 19 de las 124 mesas electorales del municipio de Lugo recibieron papeletas todas las candidaturas

El partido socialista mantiene su caladero de votos en barrios como A Piringalla, Casás, O Castiñeiro y Sagrado Corazón. En este último está instalando estos días un ascensor panorámico para mejorar la accesibilidad de sus vecinos, sobre todo de las personas mayores.

Aunque esa preferencia es relativa. No quiere decir que todas las mesas de las zonas mencionadas sean monocolores, ni mucho menos. El PP también tiene su público en los barrios periféricos, como por ejemplo en As Gándaras, en donde en los últimos meses sus vecinos se movilizaron frente a la ocupación de casas.

En A Milagrosa las fuerzas estuvieron equilibradas. Los populares mandaron en el colegio Salesianos o en el centro social y los socialistas en el Fogar do Maior.

El desigual comportamiendo en las parroquias

 

Tanto en las municipales de 2015 como en las generales del 28-A, en este caso cuando el viento no soplababa a su favor, el PP fue la fuerza más votada en 13 de las 16 mesas electorales que se reparten por el rural del municipio de Lugo. En cambio el pasado domingo el pulso estuvo más igualado. Los populares ganaron en nueve y los socialistas en las siete restantes.

Votaron azul Camoira, O Veral, Carballido, Romeán, las dos de Nadela, O Ceao, Bocamaos y Muxa. Y optaron por el rojo Poutomillos, Calde, Santiago de Saa, San Xoán do Campo, Cuiña, Coeses y Rubiás.