Una casa de O Carme con orden de arreglo desde 2016 sufre un derrumbe

Forma parte de un conjunto de inmuebles que Patrimonio ordenó conservar y que fueron vallados hace años por su elevado deterioro
Casas en ruinas en Calzada do Carme. SEBAS SENANDE
photo_camera Casas en ruinas en Calzada do Carme. SEBAS SENANDE

 Parte del techo de una casa situada en la Calzada do Carme se vino abajo hace unos días, lo que obligó a la Policía Local a acordonar su entorno, con cintas y vallas, para evitar que aparquen coches y estos se puedan ver afectados por más desprendimientos.

La parte que se derrumbó forma parte del techo y cayó al interior del inmueble, pero este se encuentra tan deteriorado que hace tiempo ya que el Concello colocó un vallado metálico justo frente a él y lo fijó al suelo. Sustituyó de esta forma otro cierre más provisional que era movido continuamente por los conductores para aparcar, ya que se trata de una zona muy próxima al casco histórico con poco espacio para los coches.

La casa forma parte de un conjunto de inmuebles, cinco en total, que tienen declaración de ruina y orden de arreglo desde diciembre del año 2016. Pertenecen a varios propietarios particulares, algunos de los cuales habían pedido demoler los edificios debido a su estado ruinoso. Sin embargo, el Concello denegó esa solicitud tras consultar a la Dirección Xeral de Patrimonio, que consideró que se trataba de viviendas singulares, de interés histórico-artístico, al tener una estructura propia de edificaciones tradicionales y estar alineadas con la capilla del Carmen y en una calzada medieval. Se trata de los números 2, 6, 10 y 12 y del número 1, este ubicado entre un edificio de la Ronda Muralla y la sala Porta Miñá.

El gobierno local barajaba en 2016 destinar fondos de la estrategia europea Edusi Muramiñae a ayudas a la rehabilitación en este barrio, aunque finalmente optó por dedicar dinero a otras actuaciones, como el acondicionamiento de caminos, la peatonalización de la Calzada do Carme —obra que arrancará en los próximos meses— y la musealización de la cloaca romana que hay en Porta Miñá, entre otros proyectos.

El gobierno local confía en que las acciones que el Concello está llevando a cabo en esta zona sirvan de acicate a los propietarios y a la iniciativa privada para que también intervengan. Según el censo realizado hace un par de años por el arquitecto Ramón Cabarcos, que además es autor de una tesis doctoral sobre O Carme, en el barrio hay 50 inmuebles, 38 están vacíos y 20 están en estado ruinoso. 

La mayoría de las construcciones se concentran en el entorno de la calzada y el resto del barrio sigue siendo una gran bolsa de suelo sin construir y cruzada por caminos históricos. Este otoño, la alcaldesa, Lara Méndez, anunció la intención del gobierno local de modificar el PXOM en un futuro para eliminar edificabilidad y que la zona se pueda desarrollar en consonancia con el abundante patrimonio histórico que hay en el lugar. 

El deterioro urbanístico actual evidencia, además, la falta de eficacia de las órdenes de arreglo, que ahora el Concello quiere impulsar y con ese fin las ha encomendado a la Empresa Municipal de Vivenda e Solo (Evislusa).

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