Aparcar en el párking subterráneo de Santo Domingo comienza a ser mucho más cómodo que antes. La mayoría de las plazas cuentan con más espacio, de forma que no es necesario invadir la plaza colindante para poder subir o bajar del vehículo como sucedía anteriormente cuando, además, resultaba bastante fácil darle un golpe al coche en alguna de las columnas pegadas a las plazas. Esta situación hacía que muchos conductores optasen por bajar hasta la segunda planta, donde suele haber menos vehículos y el espacio se hacía también menos angosto.
Ahora ya es mucho más fácil aparcar en la primera planta y no es necesario bajar a la segunda. Aunque estos días todavía había algunas plazas a las que no se podía acceder porque estaban acordonadas con cintas, ya son muchas las plazas que se ensancharon para facilitar el estacionamiento especialmente de aquellos vehículos de un mayor tamaño.
Los aparcamientos comenzaron a funcionar en 1986 y las plazas anteriores estaban adaptadas al tamaño de los coches de entonces, un poco más pequeño. Sin embargo, esas dimensiones no se ajustaban ya a los coches actuales, más grandes, lo que solía provocar quejas entre los usuarios.
Ante esta situación, el Concello tomó cartas en el asunto y llegó a un acuerdo de ampliación de las plazas con Interparking, la empresa concesionaria que gestiona los tres aparcamientos subterráneos municipales, en Santo Domingo, Praza da Constitución y Praza de Ferrol. El acuerdo era que de tres plazas hiciese dos. A cambio, la empresa podrá explotar los aparcamientos más tiempo un año más delo previsto, hasta 2036. Inicialmente, se contaba con que esta mejora le costase a la empresa unos 500.000 euros, según el delegado de Interparking en Galicia, José Luis del Oro.
