Agentes de la Policía Local se movilizaron el jueves tras recibir varias llamadas de ciudadanos que vieron a un anciano pidiendo ayuda a gritos por una ventana. El hombre estaba bien atendido, pero actuaba así por los trastornos que padece. Ese mismo día, los agentes auxiliaron a otras cuatro personas en apuros.
Así, sobre las dos de la madrugada, una patrulla acudió a un edificio de Fontiñas, ya que había una persona muy agresiva en una vivienda. Los agentes hablaron con los familiares, que manifestaron que se encontraba muy nervioso debido a una enfermedad. Fue auxiliado y calmado por los policías y trasladado al Hula.
Igualmente, sobre las cinco menos cuarto de la madrugada, otra patrulla de servicio en la Praza Fernando de Casas Novoa observó a una joven que se encontraba indispuesta. La chica estaba acompañada de varios amigos y fue auxiliada por los agentes, quienes también solicitaron la intervención de una ambulancia para que la trasladara al Hula.
Por otra parte, sobre las nueve de la mañana del jueves, una dotación acudió a la rúa Anduriñas, donde había una persona desorientada. Los agentes comprobaron que se trataba de un hombre que presenta signos de embriaguez y tenía signos de hipotermia. Los agentes decidieron llamar al 061 para que el hombre recibiese asistencia médica.
Ese mismo día, a las doce y cuarto de la mañana, agentes del cuerpo se trasladaron a un edificio de la Rúa Trebo después de que un ciudadano llamase al 092 porque había escuchado a un hombre de avanzada edad que gritaba por la ventana. Los agentes comprobaron que se trataba de un anciano que era cuidado por dos personas, que estaban con él, pero debido a la enfermedad que padece, el hombre sufre brotes que le llevan a gritar que necesita ayuda.
Otra patrulla acudió a un edificio de la Rúa Salvador de Madariaga, ya que una persona de avanzada edad se había caído en casa y no era capaz de levantarse. Los agentes ayudaron a incorporarla y la acostaron.
